¿Qué es la violencia de género? ¿Qué hacer ante la violencia de género?

Indice

Introducción:

Nos encontramos a pocos días de marzo, el mes de la reivindicación de las luchas de las mujeres y de los movimientos feministas. El año 2019 fue especialmente desalentador en cuanto a datos de violencia machista se refiere, dejando el número más alto de mujeres asesinadas a manos de sus parejas desde el año 2015, y enero de 2020 ha sido uno de los peores desde que se tiene registros.

Estos datos nos llevan a decidir inaugurar una serie de artículos que den visibilidad y apoyen en la erradicación de la violencia de género, junto con entregar herramientas y reflexiones que sirvan para quienes están sufriendo esta lacra, o aquellos que estén interesadas/os en el tema.

Tipos de violencia

Para poder identificar los tipos de violencia de género que existen, lo primero es poder identificar y conocer bien la violencia.

En 1993 la Organización de Naciones Unidas (ONU) emite la Declaración sobre la eliminación de la Violencia contra la Mujer donde se destaca que por violencia contra la mujer se entiende “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.

Por lo tanto, por un lado, se establecen las bases para considerar que la violencia contra la mujer es un tipo de violencia específica, y por otro lado se especifica que dicha violencia abarca distintos ámbitos de la vida tanto en la esfera pública como privada.

Se hace necesario, pensando en este segundo punto, describir y separar los tipos de violencia existentes, para conseguir así hacerlos más fácilmente identificables:

  • Violencia física: Es toda aquella que, de manera voluntaria, provoque daños y lesiones físicas en las mujeres. Incluye el uso de la fuerza física o de objetos para atentar contra la integridad física o en su versión más extrema llegar a provocar la muerte. ¿Te ha dado empujones o tirones de pelo? ¿bofetadas, golpes, patadas, pellizcos o mordiscos? En este apartado se incluyen también la mutilación genital, tortura, asesinato, etc.
  • Violencia sexual: Cualquier acción que coarte la libertad sexual de la mujer. Incluye todas las formas de transgresión directa o indirecta en las que se obligue a aceptar o realizar actos o expresiones sexuales. Aquí nos encontramos las violaciones, tocamientos impropios, expresiones groseras, bromas, forzar a la mujer a hacer algo que no quiere, la obligación a la prostitución, la trata de mujeres con fines sexuales, entre otros. En definitiva, cualquier acto o relación sexual no consentida por la mujer, o que considere humillante o doloroso.

En pocas palabras NO ES NO, ya sea con la pareja, con un amigo, con el cónyuge, o con un desconocido; si no das tu consentimiento, es violencia sexual.

  • Violencia psicológica: Es la que se enfoca en provocar daño psicológico a las mujeres. Este tipo de violencia repercute en la autoestima, el bienestar emocional y la libertad de pensamiento, lo que produce dependencia.

Incluye el uso de mecanismos de control (psicológicos, sociales, económicos, etc.) para infringir un menoscabo en la integridad psicológica, bienestar, autoestima tanto de manera pública como privada. No estás obligada a soportar que te traten mal por tu físico, o que controlen el dinero que usas.

Casi siempre, quienes sufren este tipo de violencia, se van aislando socialmente de forma progresiva desde el momento en que empiezan la relación con su pareja.

  • Violencia económica: Se define como la desigualdad en el acceso a los recursos compartidos. Incluye controlar y/o negar el acceso al dinero en común, generar dependencia económica, impedir el acceso a un puesto de trabajo, a la salud, a la educación, etc. Recuerda que, aunque no trabajes fuera de casa por dedicarte a las labores del hogar, tienes derecho a tener y gestionar tu propio dinero.
  • Violencia simbólica: Se refiere a cómo operan los mecanismos socializadores en el patriarcado, incluyendo la invisibilización de las mujeres en los textos, el cine o la publicidad. También es la reproducción y visibilización de la mujer en aquellos roles tradicionalmente considerados propios de ellas. A pequeña escala se refiere a los comentarios sexistas, los micromachismos, etc.

Existen otras categorías que no definiremos en este artículo, y que hacen referencia a situaciones que son más estructurales, tales como la violencia institucional o política o la violencia espiritual.

No es no

Mi Cuerpo, mi decisión.

Cómo detectarlos en mi vida diaria.

Si bien has podido leer los distintos tipos de violencia, a veces resulta difícil detectarlos en la vida personal. A continuación tienes algunas de las actitudes más comunes que encontrarás en los maltratadores según datos del gobierno de España, para que puedas observar si te sientes identificada en alguna de ellas:

  • Ignora o desprecia tus sentimientos con frecuencia.
  • Ridiculiza, insulta o desprecia a las mujeres en general.
  • Te humilla, grita o insulta en privado o en público.
  • Amenaza con hacerte daño a ti o a tu familia.
  • Te ha agredido alguna vez físicamente.
  • Te aísla de familiares y/o amistades.
  • Te ha forzado a mantener relaciones sexuales en contra de tu voluntad.
  • Te controla el dinero y toma las decisiones por ti.
  • No te permite trabajar.
  • Amenaza con quitarte a tus hijas e hijos en caso de dejarlo.

Otras actitudes muy comunes y que se pueden dar al principio de una relación e ir acrecentándose con el tiempo, tienen que ver con el control y los celos:

  • Él controla tu manera de vestir.
  • No expresas tus opiniones libremente por miedo a la reacción de él.
  • Él revisa tu teléfono móvil y las redes sociales.
  • Continuamente te sientes inferior o menos que él.
  • Tu pareja muestra celos frecuentemente.
  • Has dejado de salir con tu círculo de amistades porque a él “no le caen bien”.

Recuerda que estas son sólo algunas formas de violencia. Si observas algunas de estas actitudes debes estar alerta porque puedes estar viviendo violencia, y esta podría ser la explicación de algunos malestares como ansiedad, depresión, estrés, angustia, insomnio, etc… Quizás te habías dado cuenta de que no estabas bien, pero no sabías qué lo estaba produciendo.

¿Qué hacer ante la violencia de género?

Lo primero, y quizás lo más importante, es evitar el aislamiento. Este es uno de los primeros efectos que produce la violencia de género en cualquiera de sus tipologías. Puede haber sido por vergüenza, por miedo, o porque el medio no ha sabido comprender y apoyarte en lo que estás viviendo.

Pide ayuda a personas que sean de tu absoluta confianza y que sepas que no le dirán nada a quien está ejerciendo la violencia. Si te has aislado de tu círculo de amistad o familiar intenta ir retomando las relaciones poco a poco. Si no tienes a nadie en quien puedas confiar en este momento, pide ayuda profesional.

Las ambivalencias en el momento en que tomas una decisión son normales, así como los intentos de justificación del tipo “no fue para tanto”, “lo hace porque me quiere”, “está muy estresado”. A pesar de estos pensamientos busca apoyo; si ya estás pensando eso es porque estás viviendo violencia, y lo mejor es que encuentres personas que puedan acompañarte en este proceso.

Recuerda que cuentas con recursos en España para poder apoyarte, ya seas nacional o extranjera, adulta o menor.

Si eres mayor de edad y estás viviendo violencia de género tú, o alguien que conoces llama al 016 donde te asesorarán. Si estás en el Bilbao o el País Vasco puedes llamar también al 900840111.

Si eres menor y estás viviendo violencia de género tú, o alguien que conoces llama al 900 20 20 10 donde te ayudarán. También te puedes meter directamente a la página de ANAR y chatear con ellos https://chat.anar.org/

Para prevenir cualquier represalia por parte de tu pareja, recuerda borrar el historial de llamadas o el historial de del navegador.

También es importante que si decides consultar de manera privada con un psicólogo o psicóloga busques a alguien que tenga alguna especialización en el tema y pueda apoyarte y orientarte.

Recuerda siempre NO ESTÁS SOLA, aunque lo parezca en un momento dado, hay toda una red pública y privada preparada para apoyarte y ayudarte en este momento.

Enlaces a algunos recursos.

A continuación, te dejamos algunos enlaces de recursos que esperamos te puedan ser de utilidad.

También puedes escribirnos o llamarnos y te asesoraremos anónimamente.

Por último, nos gustaría que si tienes dudas -respecto a la psicología, o a cualquier tema que te pueda interesar- nos escribas a nuestro correo info@prismapsicologia.es y podremos contestarte directamente, o si pensamos que puede ser útil para más personas publicaremos una entrada manteniendo tu anonimato. Por supuesto, nunca publicaremos nada relativo a mujeres que busquen ayuda llamándonos o escribiéndonos.

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Psicóloga Sanitaria BIO4928.

2 Máster en psicología clínica. Agente de igualdad.
Perspectiva de género.
Especialista en el trabajo con mujeres en temáticas de violencia de género, maternidades, fertilidad, traumas y otros.

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