Además de lo que te comentábamos al principio, también es importante entender que la dependencia emocional va más allá de la preocupación legítima por el bienestar de otra persona en una relación. Se manifiesta a través de una necesidad excesiva de atención y validación, sacrificando a menudo la autonomía y el bienestar personal en el proceso.
La dependencia emocional puede generarse debido a distintos factores como las relaciones pasadas, las relaciones tempranas también irán modelando la manera en que se establecen los vínculos en la actualidad, sobre todo con los seres queridos, también pueden afectar situaciones o relaciones traumáticas.
En Prisma Psicología también entendemos que, dentro de estos factores que estimulan el desarrollo de dependencia emocional están el maltrato psicológico o físico, las desigualdades de género y las expectativas que se le supone a las mujeres en una sociedad patriarcal. Por esto es, probablemente, un fenómeno que se observa más en mujeres que en hombres según las investigaciones existentes, algunas publicadas en prestigiosas revistas como Journal of Contemporary Psychotherapy (2019).
También se cree, y se están llevando a cabo estudios en este sentido, que la población LGTBIQ+ padece más de dependencia emocional, probablemente porque ha estado más expuesta a la violencia en formas como la discriminación, violencia física, rechazo, etc. lo que puede conllevar a una manera dependiente de relacionarse.
Entonces podemos decir que las expectativas de género y las presiones sociales pueden influir en la forma en que las mujeres y las personas del colectivo LGBTQIA+ experimentan y expresan la dependencia emocional. Sugiriendo que los roles de género tradicionales, el estigma y la discriminación asociados con la identidad de género y la orientación sexual, pueden contribuir a patrones específicos de dependencia emocional.
Esto no quiere decir que, hombres heterosexuales, no puedan experimentar dependencia emocional, si no que es más común verlo en los grupos ya mencionados.
Superar la dependencia emocional puede llevar tiempo y esfuerzo, pero con el apoyo adecuado de una profesional de la salud mental especializada, muchas personas pueden aprender a desarrollar relaciones más equitativas, saludables y satisfactorias, así como fortalecer su autonomía. La toma de conciencia y el deseo de cambio son pasos importantes en el camino hacia la superación de la dependencia emocional.
En Prisma Psicología contamos con un equipo especializado en el tratamiento de este tipo de dificultades, y trabajaremos desde una perspectiva de género que te ayude a identificar bien qué es lo que ha ido pasando para que llegues a este lugar. De esta manera, conseguiremos que puedas construir relaciones menos complejas para ti en el presente y el futuro.