LGTBIQ

Si crees que puedes estar sufriendo violencia, estamos aquí para ayudarte

¿Buscas un psicólogo LGTB en Bilbao? En Prisma Psicología encontrarás profesionales altamente especializados en la psicología clínica y en el tratamiento psicológico de personas de la comunidad LGTBIQ*. Ofrecemos un espacio seguro y comprensivo para abordar tus necesidades emocionales y psicológicas.

Nuestra enfoque no patologiza ningún tipo de orientación ni identidad sexual. Entendemos además que las personas del colectivo LGTBIQ* han tenido que vivir, a menudo, situaciones de violencia, ya sea en el ámbito familiar, social, cultura, sanitario, etc…

Esto, en muchas personas, genera diversas maneras de sufrimiento o de dificultad persistente para sentirse bien con el mundo que los rodea. En Prisma contamos con profesionales formados para atender este tipo de sufrimiento y para acoger los malestares que estés sintiendo.

Si buscas un psicólogo LGTB en Bilbao, en Prisma Psicología estamos aquí para ayudarte. Solicita tu primera cita gratuita.

Principales síntomas

Vivir situaciones de discriminación en distintos ámbitos de la vida, colegio, trabajo, grupo de amistades, clubes de tercera edad, etc.
Cuando tienes dudas si salir del armario (outing) o si ya saliste y la respuesta de tu entorno no fue la que esperabas.
Si sientes que te estás alejando de gente que es importante para ti o que te estás apartando de la vida social en general.
Si no sabes cómo afrontar el tema con otras personas y eso te genera mucha ansiedad o tristeza.
Si vives con sentimientos de culpa que te perturban.
Si sientes vergüenza o malestar por ser quién eres o por quién te gustaría ser (homofobia internalizada).
Problemas de pareja.
Si eres padre, madre o familiar de una persona LGTBIQ+ y eso te genera algún grado de incertidumbre.
Si te sientes confundid@ y eso te genera malestar.
Relaciones sentimentales complejas que no responden a los criterios normativos.

Más información de LGTBIQ

Sensación constante de nerviosismo. agitación o tensión (el bruxismo -apretar la
mandibula, rechinar los dientes- o las contracturas musculares son muy comunes).
Pensamientos o sensación de peligro inminente o pánico sin motivo aparente.
Sudoraciones o temblores.
Sensación de cansancio. de debilidad.
Sentimientos de dificultad para enfrentar situaciones o para controlar las
preocupaciones.
Problemas gastrointestinales (dolores de estómago. colon irritable. diarreas
continuas).