Depresión postparto: causas, síntomas y tratamiento.

depresión postparto

Indice

¿Te sientes deprimida, con ansiedad, insegura e irritable después de haber tenido un hijo o hija? Es probable que tengas una depresión postparto o… ¡sorpresa! una pareja que no se responsabiliza en la misma medida que tú o directamente no hace nada que signifique un apoyo, una sociedad que no acompaña la maternidad, unas expectativas inalcanzables de lo que significa ser madre, …

Últimamente escuchamos a mucha gente hablar de qué es la depresión posparto. Y, que no se nos entienda mal, tenemos que hablar de ello. El problema es en dónde se está poniendo el foco como la causa del problema: exclusivamente en la mujer, por el hecho de ser mujer y haber tenido un bebé. Y pensando esto llegan las mujeres a nuestra consulta. Que todo es su responsabilidad. 

Y sí. Es verdad que cuando se gesta una vida, las hormonas están patas arriba, los cambios en el cuerpo son brutales y hay un proceso de acostumbramiento a la nueva vida que es enorme y es necesario atravesar. Pero, ¿no sería todo eso más fácil si las condiciones que rodean a las mujeres son las correctas?, ¿si tienen apoyo?, ¿si no son las únicas responsables? 

Visto de otra manera, podríamos preguntarnos: ¿es posible no desarrollar un trastorno si, después de un embarazo y un parto, te ves sola con una criatura 20 horas al día? ¿se puede no desarrollar síntomas si el padre de la criatura (cuando lo hay) hace el mínimo posible? ¿es posible no sufrir estrés cuando tu proyecto se desmorona porque la persona que pensabas que iba a ser tu compañero no es capaz de escuchar qué te hace falta? ¿es normal no tener ansiedad cuando a tu alrededor se juzga la manera que tienes de ser madre, pero no se te ayuda?

Somos conscientes de que no hay una sola forma de ser madre, de que hay infinidad de mujeres que deciden (o a las que les toca) criar solas, y parejas no heterosexuales en las que la madre gestante pasa por una depresión sin que haya un hombre involucrado, y abordaremos estas problemáticas en el futuro.  

En este artículo vamos a describir qué es la depresión postparto, las causas, síntomas y tratamiento. Intentaremos además dar una idea de cuándo es necesario pedir ayuda. Pero, sobre todo, intentaremos también hacer un análisis desde una perspectiva de género, como hacemos con las pacientes que vienen a nuestra consulta. La depresión postparto no es, según nuestro punto de vista, un problema exclusivo de la mujer, y es necesario, para que tengamos salud, poner esto sobre la mesa. 

¿QUÉ ES LA DEPRESIÓN POSTPARTO?

El 70% de las mujeres sufren un estado de tristeza y cambios de humor durante aproximadamente dos semanas después del parto. Es habitual tener un llanto incontrolado, irritabilidad, estrés, nerviosismo, preocupación por el bebé o ansiedad por un periodo de tiempo. ¿Cómo no van a pasarte todas estas cosas después de tener un bebé? Lo raro sería que no tuvieras ansiedad o inseguridad. Pero esto no es una depresión postparto, y es importante no confundirlo. 

La depresión postparto es un episodio depresivo mayor que empieza justo antes, durante, o inmediatamente después del parto, y que viene acompañado de tristeza profunda, culpa, ansiedad, aislamiento social, irritabilidad y cambios en el apetito y el sueño entre otros. Y no se reduce a las dos semanas después del parto, sino que se alarga en el tiempo. 

Si te está ocurriendo esto, es importante que busques ayuda en tu círculo cercano (si lo tienes), y que pidas ayuda profesional especializada. 

CAUSAS DE LA DEPRESIÓN POSTPARTO

A menudo se relacionan la ansiedad y la depresión postparto con el efecto de las hormonas. Pero es un hecho que ésta causa no explica en su totalidad el por qué unas mujeres sufren una depresión postparto y otras no. 

Nosotras preferimos analizar también aquellos factores personales y sociales que pueden propiciar o agravar la depresión de una mujer que recientemente ha pasado por un embarazo y ha tenido un bebé. Y es que consideramos que no se pueden diagnosticar trastornos a las personas independientemente del contexto en el que se desarrollan. Para entender mejor nuestra mirada acerca de la salud mental de las mujeres, puedes ver más información en esta página de nuestra web.

1-Factores hormonales: Las fluctuaciones hormonales, con la disminución abrupta de hormonas como el estrógeno y la progesterona después embarazo, pueden afectar el estado de ánimo y contribuir a la depresión. Pero, como hemos dicho antes, no es suficiente. Todas las mujeres sufren estos cambios abruptos después del embarazo y el parto, y muchas no terminan desarrollando una depresión o problemas de ansiedad. 

2-Historia de salud mental: ¿Has tenido previamente o tienes actualmente una depresión? ¿llevas años sufriendo con la ansiedad y no has recibido tratamiento? ¿entiendes cuáles son las causas de tu malestar? 

Cuando una mujer se enfrenta a un desafío tan grande como el que suponen el embarazo y la maternidad, y tiene dificultades emocionales previas, es más que probable que estas se mantengan, o incluso que se vean agravadas. Los trastornos como la ansiedad o la depresión, son la manifestación de que tenemos conflictos que resolver; si nos enfrentamos a una situación nueva y posiblemente estresante, no podemos esperar que desaparezcan sin más. La maternidad puede aportar cosas muy positivas a quienes tienen el deseo de vivirla, pero, por ser madre, los problemas de salud mental no desaparecen. 

3- Presiones culturales y sociales: Pocas veces se hace referencia a las expectativas culturales acerca de las madres en nuestra sociedad, y de la influencia que tienen en los “trastornos” de las mujeres una vez tienen un hijo/a. ¿Crees que tienes que ser una madre perfecta? ¿Sientes que tienes que llegar a todo? ¿Piensas que eres mala madre continuamente? El problema no es sólo tuyo, también es social. 

Durante siglos se nos ha dicho que tenemos que ser las madres perfectas, que el embarazo es el paraíso, que hemos nacido para ser madres y que es nuestro papel en la sociedad; es cierto que los tiempos están cambiando, pero no es menos cierto que es muy difícil “extirpar” todas esas creencias tan arraigadas en nuestra sociedad y en nuestras propias mentes (muchas veces ni siquiera somos conscientes de ellas).  

4- La pareja: En los últimos años hemos recibido a muchas mujeres que vienen a consulta porque piensan que están pasando por una depresión postparto, y tienen la ansiedad por las nubes. Y cuando empezamos a trabajar para intentar entender las razones por las cuales aparece este “trastorno”, en numerosas ocasiones las dificultades no están en la relación con su bebé (espacio en el que se las vas arreglando) sino en la relación con su pareja.

Nos encontramos con mujeres agotadas, con depresión y/o ansiedad, e intentando ordenar la casa mientras cuidan al niño o la niña y se arreglan para que parezca que están bien y llegan a todo. Mujeres absolutamente decepcionadas con la persona que se encuentran en su pareja una vez son madres, que no es capaz de corresponsabilizarse ni cuidarlas en este momento tan importante. 

Y cuando no son capaces de ver lo que está ocurriendo con su pareja y hacerle frente, de pedir o exigir cuidados compartidos, tiempo para la ducha o tomar un café, se deprimen pensando que no son suficientemente buenas madres (porque si lo fueran no se quejarían tanto). Y no, esto no es posible. No se puede con todo. Se necesitan personas alrededor que ayuden, acompañen y cuiden. 

5- Aislamiento: pensemos en cómo criaban las mujeres a los niños antes. Nuestras antepasadas vivían en comunidad, en pueblos, rodeadas de familia y amigas. Se veían criar las unas a las otras, se acompañaban, se enseñaban, se ayudaban. 

Ahora, metidas en nuestros pisos en nuestras ciudades, muchas veces sin conocer a nuestros vecinos, corremos de un lado a otro para “conciliar” vida laboral y personal. Salimos del hospital con nuestras o nuestros hijos y vemos a nuestros familiares y amigos. Después de esas primeras visitas se cierra la puerta y nos quedamos solas, cuidando a un ser que se supone deberíamos saber cuidar sin que nadie nos haya enseñado a hacerlo. ¿No sería necesario un cambio en este sentido? ¿exigir a una madre que pueda con todo esto, y que no se deprima o no sienta ansiedad, no es mucho pedir? 

SÍNTOMAS DE LA DEPRESIÓN POSTPARTO

Sentimientos de culpa y autoexigencia

Tristeza profunda

Ansiedad 

Aislamiento social

Irritabilidad

Cambios en el sueño y/o el apetito

Pensamientos intrusivos acerca de que el bebé muera o incluso de hacerle daño. 

Ausencia de interés en el bebé.

Desinterés en actividades que habitualmente son placenteras. 

Dificultades para la toma de decisiones

Preocupación excesiva por la imagen corporal.

TRATAMIENTO DE LA DEPRESIÓN POSTPARTO

En nuestra experiencia, la parte más importante del tratamiento de la depresión es la psicoterapia. Hay casos en los que los medicamentos pueden ser importantes, pero en la mayoría, estamos convencidas de que no es necesario el tratamiento con medicamentos. 

Una buena psicoterapia, con profesionales especializados, y que te ayuden a identificar las causas de tu sufrimiento y ponerles solución poco a poco, es suficiente en la mayoría de casos. 

CUÁNDO BUSCAR AYUDA DE UN PSICÓLOGO

Las primeras semanas después del parto es normal que sientas tristeza, irritabilidad y/o ansiedad, tal y como hemos dicho al inicio del artículo. Te estás enfrentando a uno de los cambios más grandes de tu vida. Si quieres pedir ayuda profesional, es probable que te pueda ayudar en el proceso, pero no es algo preocupante sentirse así en las primeras semanas del postparto. 

Si, pasadas 3 o 4 semanas, sientes una tristeza profunda, mucha ansiedad, te estás aislando, no puedes dormir o comer (o, todo lo contrario), tienes ideas recurrentes de dañar a tu bebé o a ti misma… Es muy importante que pidas ayuda profesional. 

DÓNDE IR 

Acude a una psicóloga especializada en el tratamiento de la depresión postparto, a poder ser con perspectiva de género, para que las complejidades que hemos descrito en el artículo acerca de la depresión postparto, sus síntomas y sus causas puedan ser tratadas con el mayor conocimiento de la situación posible. Necesitas apoyo de alguien que sepa escucharte. 

No te recomendamos ir directamente a una/un psiquiatra. Si la psicóloga lo considera importante, podrá recomendarte a alguien de confianza. 

También puedes acudir a tu centro de salud, con tu médico de cabecera, quien podrá valorar si es necesaria una derivación a un psicólogo o psiquiatra. Ten en cuenta que, lamentablemente, la sanidad en materia de salud mental tiene mucho por mejorar y faltan recursos. Si no consideran que necesitas terapia, pero tú piensas que sí, es importante que te escuches, insistas o busques ayuda privada.

Para más información acerca de la salud mental y/o salud general de las mujeres puedes acudir a los recursos del Instituto de las Mujeres del Ministerio de Igualdad.

Comparte esta noticia

Otras noticias