¿Estás embarazada y sientes ansiedad? En este artículo te contamos por qué puede aparecer, cómo se manifiesta y qué hacer. Psicología perinatal sin juicios ni ideales.
Embarazada: un viaje emocional profundo
Desde el momento en que una mujer descubre que está embarazada, comienza un proceso emocional intenso. El psicoanalista D. W. Winnicott habló de esto como “el nacimiento de la madre”: una transformación subjetiva en la que se despliegan nuevas preguntas, temores, deseos y fantasías.
Durante este proceso, convive también un discurso social que idealiza la maternidad como destino natural de la mujer. Silvia Bleichmar advierte que “el cuerpo gestante se convierte en el lugar de exigencia y deber ser”.
Ser madre no es un instinto, sino una construcción psíquica y cultural, atravesada por mandatos, normas y expectativas muchas veces inalcanzables.
Es habitual, entonces, que aparezca ansiedad: ¿estaré preparada?, ¿y si algo sale mal?, ¿podré con todo? En este contexto, este sentimiento no implica necesariamente una patología. Sentir miedo o inquietud puede ser parte del camino. Pero en algunos casos, la intensidad del malestar requiere ser acompañado por profesionales de la salud mental.
¿Qué es la ansiedad prenatal?
La ansiedad prenatal es el temor persistente que pueden experimentar algunas mujeres embarazadas en relación con la gestación, el parto, el cuidado del bebé y su propia salud. Se manifiesta a través de síntomas físicos, cognitivos y emocionales que afectan su bienestar diario.
Si bien es natural tener preocupaciones, cuando estas se intensifican y ocupan un lugar central, impidiendo el descanso o dificultando el vínculo con el embarazo, es importante pedir ayuda.
Causas y temores más comunes
La ansiedad durante la gestación puede estar influida por múltiples factores: experiencias previas, condiciones médicas, el contexto familiar o económico, el apoyo disponible, o incluso la historia emocional y traumática de la mujer.
Entre los temores más frecuentes se encuentran:
- Miedo al dolor durante el parto.
- Dudas sobre la capacidad de cuidar al bebé.
- Angustia ante procedimientos médicos como la cesárea o la episiotomía.
- Fantasías sobre posibles problemas en el desarrollo fetal.
- Miedo a la muerte del feto o a complicaciones graves en el parto.
Estos pueden intensificarse en el primer embarazo, o cuando la decisión de ser madre se ha dado en circunstancias difíciles (como cuando no están planificados o son vividos en soledad).
¿Cómo se expresa la ansiedad en la gestación?
Los síntomas más frecuentes incluyen:

Palpitaciones, tensión muscular o molestias digestivas.
Dificultades para dormir, pensamientos intrusivos o negativos.
Preocupación constante por el bienestar del bebé.
Sensación de incapacidad, tristeza o aislamiento.
También puede aparecer una autoexigencia muy alta, basada en ideales sobre la maternidad perfecta: estar feliz todo el tiempo, vincularse enseguida con el bebé, no tener dudas. Pero la realidad emocional de cada embarazo es única, y todas las formas de sentirlo son legítimas.
¿Cómo transitar la ansiedad durante el embarazo?
Algunas estrategias que pueden ayudar a disminuir la ansiedad en esta etapa son:
- Informarse sin saturarse.
- Hablar con alguien de confianza.
- Cuidar el cuerpo y el descanso (aunque sabemos que no siempre es posible)
- Buscar acompañamiento psicológico.
La salud mental también forma parte del cuidado perinatal. Contamos con un equipo especializado en depresión postparto y ansiedad perinatal:https://prismapsicologia.com/depresion-postparto
¿Tendrá consecuencias para mi bebé?
Es normal preguntarse si los niveles altos de ansiedad pueden afectar al bebé. En casos extremos, una ansiedad muy intensa podría relacionarse con partos prematuros o bajo peso al nacer. Sin embargo, estos casos son muy poco frecuentes, y es muy difícil aislar esta causa de todas las demás posibles. Lo más importante es que cada embarazo es distinto, y no hay una sola manera correcta de vivirlo.
En resumen…
El embarazo es una experiencia emocional compleja. Puede ser deseado y aun así generar miedo. Puede no ser deseado. Puede ser una etapa feliz y también difícil. Y todo eso está bien. No hay una única manera de ser madre ni una única forma de gestar.
Como recuerda la psicoanalista feminista Silvia Bleichmar, “ser madre no es un instinto, sino una construcción psíquica y cultural”. Esta construcción está atravesada por mandatos, duelos, conflictos y deseos ambivalentes. Reconocer esa complejidad es un paso fundamental para construir una vivencia más real y menos idealizada.
Si sientes que la ansiedad te supera, puedes contar con nosotras. Te escuchamos.